La empresa norteamericana Docebo (empresa dedicada a servicios E-learning)  publicó en marzo de este año un estudio en el que se plantea que, posiblemente, en 2016 se inviertan hasta US$ 51 mil millones en e-learning a nivel mundial. Aunque este estudio está dirigido en gran parte a inversionistas, los datos son interesantes.

El informe distingue tres componentes de e-learning: Contenidos, herramientas de autoría, y plataformas virtuales de aprendizaje.

El crecimiento a nivel mundial para los tres componentes combinados es de 7.6%, pero algunas regiones crecerán más: Asia (17.3%), Europa (16.9%), Africa (15.2%) y Latinoamérica (14.6%).

Hay una gran demanda por los cursos de auto-instrucción (en los cuales los estudiantes avanzan a su ritmo y siguiendo sus tiempos y horarios).

Se observa un crecimiento en la demanda de Plataformas LMS (learning management systems – sistemas de gestión del aprendizaje). Moodle sigue siendo una de las plataformas más utilizadas, pero los porcentajes de uso dependen mucho del sector (educación, gobierno, empresas).

También hay una demanda por contenidos empaquetados, importación y sub-contratación, en diversas regiones.

Se presenta una rápida mirada al e-learning en educación superior y educación primaria. Por ejemplo, citan el estudio de Babson Survey Research Group, en el cual se señala que unos 6.7 millones de estudiantes universitarios norteamericanos se matricularon en por lo menos un curso en línea en 2011; es decir, casi un tercio de todos los estudiantes matriculados en educación superior en Estados Unidos.

Según la red Universia, “el e-learning deberá tener una mayor presencia en instituciones educativas y empresas, así como también en la casa de quienes realizan los cursos online…. Por este motivo, es probable también que en los próximos tres años el número de personas que utilicen esta modalidad con fines educativos, aumente sustancialmente.”

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